jueves, 31 de marzo de 2011

El territorio de las Onças

El gobierno brasilero definió, a partir de un estudio científico, que la zona donde vivían los indígenas K debía ser un área de protección de las onças (JAGUARES) pues se notaba que en ese territorio había presencia considerable de este mamífero. En correspondencia con esta decisión se prohibió su cacería, lo cual fue aceptado por las comunidades, aunque no estaban de acuerdo pues esa era una buena fuente de proteínas.

Al cabo de un tiempo se hizo una evaluación de la presencia de onças en la región y no se encontró ninguna. La sorpresa fue mayúscula. Un nuevo estudio se emprendió para reconocer qué había sucedido.

El resultado del estudio mostró que se desencadenó una “retroacción negativa” sobre la población animal de la zona, pues uno de los factores de su funcionamiento había desaparecido: la cacería de la onças. Efectivamente los indicios apuntaban a concluir que al dejar de ser cazadas por la comunidad su población creció y agotó todas las fuentes de alimento que disponían. Al agotarse su fuente de alimento las onças buscaron otra zona donde mantenerse.

(Comunicado por Larissa Acosta)

sábado, 26 de marzo de 2011

A PROPÓSITO DE LA RADIACIÓN RADIAL

Vía FACEBOOK

Ky Sz 15 de marzo a las 19:24 Denunciar

Hola profesor, necesito un gan favor de su parte... ¿conoce usted a alguien que sepa sobre el tema de energía nuclear y la radiación, todo lo que tenga que ver con los efectos en las personas porla exploción de las plantas nucleares en Japón?
es que necesito a alguien experto en el tema para una entrevista en una emisora mañana a primera hora. Le agradezco su informacion Ky Sz.

Jorge Rojas Valencia 16 de marzo a las 18:08

Hola Ky.

lamento mucho no haberte servido... pero acaba d llegar tu correo. En una próxima ocasión escríbeme a jorge.rojas@correounivalle.edu.co

Colaborar en estas tareas es parte d mi órbita d interés como intelectual y como académico.

Esta mañana escuché la W y esa era la gente q estaban entrevistando... ese enfoque d creer q si la gente escucha un científico q les explica, eso sirve como información e incluso q quedan calmadas... puede ser válido si el científico sabe comunicarse.... cosa lamentablemente poco frecuente, sobre todo en Colombia con estas Academias tan autárquicas q no pueden ofrecer una respuesta sencilla y diáfana al ciudadano común, pues temen incurrir en faltas al Rigor (así con mayúscula y con tono d ironía)

t digo q el científico q entrevistaron d Colombia se trababa la lengua cuando le formularon una pregunta d los oyentes... "Doctor cree usted q si alguien llega con radiación dl Japón eso lo puede enfermar a uno?... Contesta: ejem -un diminuta sonrisa se alcanza a escuchar- ejem -por segunda vez- pues... no se... la verdad... bueno si ya ustedes la formulan por algo será... eso depende de muchas cosas..." -si no dijo q la pregunta era estúpida apuesto q lo pensó- y se despacha a una larga explicación d probabilidades sobre el evento q preocupaba al sencillo ciudadano... abandoné la escucha por mis ocupaciones...

Quedé con la sensación d que al señor q hizo la pregunta no se la contestaron... cuando era muy sencillo... llamar a un médico y preguntarle "la radiación es contagiosa?"

Por otra parte

Creo q es hora d escuchar la vos de LAS RELIGIONES, no d una en particular... cualquiera d ellas les dirá lo mismo, como se lo intentó decir un radio oyente, q se me antoja era una persona mayor dl círculo "protestante": "...Don Julio, permítame le hago una precisión... si señor diga... ustedes hablan de Apocalipsis... murmullo entre los locutores, nosotros no hemos dicho eso, nosotros decimos algo q oímos... bueno cual es la precisión?... lo que está sucediendo en Japón no es un Apocalipsis sino todo lo contrario, una Revelación", y casi cortante Don Julio dijo "Muchas gracias señor, q otras llamadas...".

La gente está asustada... no s q tanto, pero está asustada... recuerden la gloria d Yamit en Armero y no olviden el infierno q vivió Yamit en el mismo Armero...

Su servidor

jorge rojas valencia

Textos en este color no fueron enviados

viernes, 25 de marzo de 2011

CLIMA DE LA ÉPOCA


... pa entender el contexto de la emergencia de la Vox Populi marzo 2011

AL Cabildo Universitario de UNIVALLE

El nuevo Mundo es la cuna del demonio, se escuchaba en lo púlpitos y entre las gentes de los puertos de donde los barcos partían a y llegaban de Las Américas[1]. Para comprender el clima de la época imaginemos a un desprevenido habitante de la ciudad de hoy, ¿qué imagina cuando le mencionan el Demonio? demonio le podría resonar “paraíso moral” donde todo se puede, hasta andar desnudos o casi! o la Libia de Cavafi con Caciques haciendo sacrificios humanos, quizá Somalia o el barrio EL Calvario de Cali asumidos como territorios “sin dios ni ley”, donde impera “la ley de la Jungla”, “la ley del más fuerte”, sacrificios humanos… Toda esta tropa de imágenes rezuman en Pecado… Imaginar aquí el letrero iluminado estilo Cabaret… y cuando aparece esa palabra mágica en el pensamiento, Pecado, como Ábrete Sésamo, la sarta de pecados desfila en formatos escénicos de pornografías, asesinatos, catástrofes como castigos, desamparo, sacrificios humanos…el sentimiento se desplaza a las zonas de rechazo, condena, precaución o alejamiento, de cualquier forma a la negación mientras resuena sacrificios humanos. Por supuesto todo esto no es considerado ilusión y menos aún Utopía. Aquí no hay un mecanismo que opere como freno o siquiera como alerta. El camino está expedito para los sentimientos más extremos. Allí la humanidad de los otros se subsume en la animalidad o la Maldad. Los más piadosos tratan de socorrerlos material y espiritualmente. Evangelizan.

El nuevo Mundo es el paraíso, se escuchaba en los bares y los prostíbulos de esos mismos puertos por donde desembarcaba oro y plata en cantidades suficientes como para creer en “ríos de leche y miel”. Esa imagen impresionó tanto o más en las Academias donde resonó hasta Utopía o Comunismo con las historias de los peregrinos[2]. Cerca de estos rumores de viajeros y peregrinos y palabras de Academias devenidas en cultura, algunas vamos al Carnaval del Diablo e imaginamos síntesis de rituales antiguos en los que se rendía culto venerable a la Madre Tierra, al Taita Sol, a la Mama Luna… culto venerable es decir fervor espiritual hasta la convicción de habitar un COSMOS, una totalidad incólume a la que se rinden “pagamentos”, ofrendas, retribuciones o retorno de favores, rezumado en sentencias tipo “Lo que le hagamos a la Tierra, nos lo hacemos a nosotros mismos”, o “Todos somos familia”. Tan utópico parece esto último que el paraíso perdido, que nunca se ha ido, advierte que NO HAY PASO, que de ahí en adelante es solo ilusión… Baste trabajar con ellos hoy, comprometerse en algún proyecto con estos pueblos originarios y sus descendientes contemporáneos para darse cuenta de lo mundano de sus experiencias, de la tranquilidad de su estar, de su paciencia infinita que de lejos parece como resignación, de las tensiones y contradicciones, de creencias tan exóticas como considerar cantos para sanar y sabidurías tan humildes como llamar a la tierra Virgen María… juntar todo eso en un sentimiento y “santo remedio” abandona una toda pretensión ilusoria por más edificante o aleccionadora que pueda sonar o parecer. Celebramos.

Lo que ocurre es que nuestros sentimientos rondan el Cosmos hegemonizado por el llamado “modelo occidental”… Allí resuena la Vox Dei de un Dios histórico que dicen sus intérpretes y textos sagrados pretende Reinar sobre el mundo y califica a los Otros como Falsos y sus creencias Supercherías. El furioso dios del sentido común descrito en el Antiguo Testamento que manda a quemar aquellos pueblos o ciudades que no lo aceptaran…

El triunfo del llamado en la Academia “modelo occidental” es un hecho y eso se nota a lo lejos con las reacciones “realistas” ante los enunciados “utópicos”, sin reparar en que Utopía es una palabra que significa ilusión pero también distancia entre lo vivido y lo imaginado, una distancia tal que las pretensiones habitan los terrenos de los imposibles, precisamente de los sueños; se nota su hegemonía como modelo incluso con la Utopía como horizonte de camino con que se les contesta a los “realistas”, pues reedita el carácter irreal de la imagen proyectada, invita a estar alertas pero también concluye que eso nunca ha existido y quien sabe si exista alguna vez, pero que lo importante es que ayuda a caminar. La utopía se instala cuando visionamos un futuro y lo consideramos ilusorio, de cualquier manera ilusorio desde lo inverosímil de sus relaciones hasta sus posibilidades materiales de existencia, en todo caso pertenece a lo irreal. En la otra esquina los “realistas” se aferran a un presente sin horizonte y se empobrecen hasta la anomia. Creer no pasa por estas discusiones y pretensiones de caracterización de las ideas. Menos Tener Fe, como se entendía en lo antiguo: conocimiento con convicción plena.

Este triunfo parece un hecho consumado que sufre hoy de esclerosis y decaimiento, de enormes dudas y mucho sufrimiento y angustia con ocasión de los eventos recientes en Japón. El avance a tientas hacia nuevas posibilidades sigue amenazado por las voces Doctas y los espíritus sencillos que aquí y allá coquetean a veces con la mezcla cultural sin atreverse del todo por aquello de los riesgos idealizantes, descontextualizados, caricaturescos o marginales, o a veces se casan con la hegemonía del sentido común representada en sentencias, discriminaciones, iconografías y hasta reglamentaciones. Los símbolos y los sentimientos en este encarrilamiento vierten hacia la sentencia Utópica o el Rechazo, sin que el camino a través muestre sus balizas.

Un camino a través podría encontrarse con la delimitación de lo propio en un juego imaginativo y factual, que comprenda que la experiencia contemporánea nos liga a una identidad global que no agota las posibilidades de otras identidades[3], que tenga dos sencillas reglas:

1. que asuma la multiplicidad dimensional de las tribus contemporáneas, tribus nuevas o viejas, urbanas o rurales, mestizas u originarias, donde lo propio no significa por sí algo tan trascendente como para negar legitimidad de lo extraño.

2. que reconozca la necesidad vital del ser humano de tener aspiraciones trascendentes, incluida alguna idea de lo divino, así sea para concluir que esa divina dimensión coincide con la Nada.


[1] DELEMEAU, Jean. El miedo en Occidente. Trad. Mauro Armiño. Madrid, Santillana, 2002. 655 pp

[2] Utopia de Tomas Moro se publicó hacia 1516, muy próxima al genial Elogio de la Estulticia de Erasmo (publicada en 1511). Desde entonces y hasta la mitad del siglo 19 (1850 y al rededores) pasaron casi 250 años hasta que la crítica utópica de Marx al Socialismo utópico rompió el velo, lo destrozó sería más preciso decir, instalando el racional Cosmos llamado Comunismo (Sus creyentes se dicen Comunistas, su “biblia” El Capital y su “iglesia” la organización revolucionaria, creen en la “violencia revolucionaria” como vía para la redención y ante la ausencia de dioses ese vacío lo llena a veces el Partido, a veces el Caudillo, a veces el Programa y tantas veces algún cristo en versiones contemporáneas – Che, Camilo, Sandino…-)

[3] “en este mundo múltiple significa experimentar la libertad como oscilación continua entre la pertenencia y extrañamiento. Pp. 86. VATTIMO, Gianni. VATTIMO, Gianni. La sociedad transparente. Trad. Teresa Oñate. Barcelona, Paidós, 1990. 172 pp