
Con Alelí comprendí,
Que la diferencia buscada entre Teatro de Carrera y Teatro de Recreación
no está en la técnica, mayor o
menor
está en el sentimiento Involucrado.
Podría no añadir más y eso
bastaría para las entendidas, pero sería injusto de mi parte.
Sigo entonces para hacerle honor a
Luzdeluna que me mostró la dimensión terapéutica del Teatro de Mujeres; un grupo de ellas que provenía de zona rural del pacífico desplazadas por la
violencia representó su Tragedia.
Allí la narración de los cuerpos como acto de conjuro frente a los
fantasmas que asechan mar adentro de los sueños, está lejos del profesionalismo
del Actor formado o con pretensiones de serlo; la calidad de representación es
alta, quien lo duda, pero el sentido de su Obra, con una densidad enorme de intenciones
no explícitas de los sentimientos involucrados, busca el recuerdo y lo traba
con el presente en Acto…
Esta Obra colectiva que narra su
experiencia de dolor, que recrea detalles de abandono, de las agresiones, del
extraño mundo urbano y sus silencios bulliciosos…
va para el espectador pero también
para las “actoras”…si es más importante la denuncia o el conjuro, es un acento
que se lo pone cada cual.