sábado, 9 de abril de 2011

raza MESTIZA la nuestra...




Un curaca[1], pierde su investidura por un fallo
o un rayo?, o lo salva, como pensaba Estanislao Zuleta, el acomodamiento argumentativo del maestro o «ideológico» del discípulo?.

Un curaca anda en vainas cotidianas, mundanas, elementales, resolviendo problemas prácticos, mientras visiona el futuro a través de prácticas rituales, muchas veces acompañadas de ingestas vegetales, que alteran las relaciones entre conciente e inconciente. Sus fallas obedecen a fines prácticos y las gentes acuden a él o ella para lo que él o ella sabe y no más. No son oráculos, sino seres humanos que tienen la particularidad de curiosear en los acontecimientos SINTIENDO no solo las cosas materiales sino también las espirituales. Algunos esperan más de ellos, incluso algunos creen tener el poder de... sin embargo el acontecer cotidiano va poniendo en tierra cada aspiración.

Así que una escasez de alimentos, por ejemplo, se conjura encontrando alimentos y rezando para encontrarlos; si estos siguen escaseando hasta el agotamiento o la crisis del colectivo, el grupo se divide a veces acordando a veces discutiendo a veces tomando decisiones de búsquedas inéditas, dando como resultado la multiplicación de posibilidades de supervivencia de la especie, del humano mismo.

Aquí no hay mundo idílico, aquí palpita la zaga humana. Una zaga tan prolongada que cuando nos volvimos a encontrar en América no nos reconocimos! Nuestros cuerpos tardaron casi 200 años en estabilizar el intercambio microbiótico. La mortandad fue enorme.



[1] Autoridad espiritual de comunidades ancestrales que tiene diferentes versiones en diferentes culturas y que por herencia intelectual de Eliade se suele llamar Chamán y a sus prácticas chamanismo.

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