martes, 3 de mayo de 2011

CÓDIGO DE BARRAS IIIIIIIIIIIIIIII 2353-42 12


CuraKa se esfuerza por evitar los errores, los lapsus, las meditaciones profundas e intenta borrar cualquier sentido ajeno a la imagen de su itinerario. Sabe que allí es donde se puede descubrir lo que lleva oculto. La clave para acceder.

Escuchado el relato, Custodio le señala a CuraKa que está detenido por perturbar la paz y que realmente esa clave que no pude ocultar corresponde al código de barras de talcos Johnson que venden en supermercados la 14. Debe devolverse, agrega.

CuraKa despierta sobresaltado y camina cabizbajo pateando algunas piedras mientras se pregunta ¿cómo pudieron darse cuenta? El juego era entrar el código y recitarlo en medio del sueño, así sabría que estaba activa su conciencia. Repasando su historia le pareció que había tenido una imagen nítida, tal y como le habían dicho que hiciera, y la había descrito, con lujo de detalles. Cuando repasó sus palabras y las cotejó con la imagen se dió cuenta que su relato dejaba de mencionar: las dos gallinas, los tres árboles, los cinco niños que lo vieron pasar, el portal lila con número 3-42, la vaca y los dos halcones. Al juntar los números se dio cuenta de su error.

No hay comentarios:

Publicar un comentario